En nuestros cuerpos ocurren procesos desconocidos. La ciencia que estudia las relaciones entre los diversos componentes que conforman nuestro organismo ha avanzado excepcionalmente en el último siglo y tal vez desde un punto anterior.
Podemos así analizar las deficiencias del cuerpo humano, prevenir o curar enfermedades y mejorarlo su rendimiento con diversas técnicas, pero, obviamente sólo estamos buceando a unos pocos metros de un profundo océano.
Las millones de variables que conforman, modifican y moldean a un individuo son imposibles de analizar por otro con las mismas capacidades, es tan paradójico como una obra de arte creándose a si misma. Aún así, ¿Al final no somos en gran parte consecuencia de un minúscula cadenita de información genética?
Podemos así analizar las deficiencias del cuerpo humano, prevenir o curar enfermedades y mejorarlo su rendimiento con diversas técnicas, pero, obviamente sólo estamos buceando a unos pocos metros de un profundo océano.
Las millones de variables que conforman, modifican y moldean a un individuo son imposibles de analizar por otro con las mismas capacidades, es tan paradójico como una obra de arte creándose a si misma. Aún así, ¿Al final no somos en gran parte consecuencia de un minúscula cadenita de información genética?
Fig.1: PercepciónLa mayoría de los procesos (sino todos) de formación y crecimiento físico, químico y hormonal están programadas por ésta y sus mutaciones.
Teóricamente podría crearse entonces un modelo que evalué el comportamiento humano de algún individuo en particular, para esto deberían conocerse todas las condiciones iniciales y conocer toda la información completa del medio que interactúa con el sujeto u objeto observado. Claro que la capacidad y conocimiento de este ser observador deberían ser casi infinitas. Es completamente lógico pensar de esta manera de “reducción mecánica”.
Pero, podría en este caso medirse (como pueden mesurarse las sustancias o las interacciones energéticas o lo que sea que desconocemos y nunca conoceremos) el grado de felicidad, de odio, de alegría de determinado individuo.
En este punto esta división o discriminación de estados se vuelve irracional, ya que solo serian determinadas cantidades o proporciones de unidades mínimas que en conjunto provocarían un estado particular.

Fig.2: Procesamiento
Si es así, este conjunto del que dependen nuestras emociones y pensamientos al que llamaremos A debería actuar sobre otro B de modo tal que B se sienta de determinada forma. Pero tranquilamente B podría no existir por lo que la totalidad del individuo estaría contenida en A o en un conjunto mayor que contenga a A.
O B debería actuar sobre otro C (el que sería el individuo en sí mismo para provocarle un estado) lo cual no tiene sentido porque B estaría en vano o los infinitos conjuntos que podamos crear entre A y C estarían en vano. Por lo tanto C pasa a cumplir el rol de B y por lo que vimos anteriormente, entonces el individuo debe ser A o un conjunto que contenga a A que no admite un B aislado independiente.

Fig.3: Eclosión
Así, el cambio es constante, no existe algo indivisible incorruptible, el conjunto o sistema A esta en continua metamorfosis, estamos en continua mutación, perdiendo ésto y remplazando lo otro. Pero no podemos aceptarlo porque destruye nuestra individualidad completamente, tenemos que creer sí o sí que somos un yo único más allá de las modificaciones que sufra, nuestra percepción del tiempo y espacio ayuda a ello, ayuda a convencernos y creer en una mentira indefectiblemente. No podemos reconocer que estamos dispersos pues “alguien sufre, alguien siente dolor, sed, hambre, alguien ríe, llora, decide, debate, disfruta, se cuestiona y esa persona soy “yo”, no hay nadie ni nada detrás de mí controlando mi libre albedrío porque soy capaz de sentir”.
Contrariamente a la razón creemos en lo contrario a la dispersión o desparramamiento porque aunque las pruebas sean falsas son mucho más fuertes y los jueces son corruptos. Nunca podrá saberse entonces que es ser porque toda la lógica está en contra, y ser es sentir y para sentir, vivir e interactuar hay que ser una unidad y confiar en ella o fluir entre todo lo demás como una hoja siendo descuartizada por la corriente.
1 comentario:
En el ultimo parrafo decis algo q tiene q ver con lo q yo pienso de pensar en la existencia: nunca vas a llegar a la raiz, y aún si lo haces no te va a servir de nada, vas a estar demasiado chapita a esa altura. Pensar en nuestro funcionamiento superficialmente, (como ser: cómo reaccionamos a ciertas cosas, qué queremos), puede que sea util, (no hay garantias de q lo sea, pero creo q si). Pensar en las cosas mas profundas es poco util: no tenemos herramientas para analizar esas cosas. Es como lo q decis de la obra de arte. Quizás con la genética lleguemos a darnos una idea de como estamos hechos, pero capaz q ni con eso sepamos "de donde venimos y adonde vamos", porque no sabemos q hay "fuera" (la posible cosa q nos haya armado), ni sabemos si hay algo en realidad.
En fin, lo de siempre jejej
Me gusto el tema (y entendí casi todo, creo :O )
nos vemos
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